“Yo ya viví”. La depresión en el adulto mayor.
Es muy común llegar a una edad en la que el cuerpo te dice que ya no tiene la capacidad de seguir el mismo ritmo de antes; que los pasos que das son más lentos y que crees que ya no hay nada más que esperar sólo la muerte. Parece que el mundo sigue girando y tú solo eres un espectador. La familia está haciendo su vida y no te sientes útil en ninguna parte. Créeme que muchos sienten lo mismo que tú. Y no, no es el fin de tu vida hasta que tengas el último suspiro. Dejemos la frase “Yo ya viví” y mejor optemos por “estoy vivo”.
¿Por qué los adultos mayores se deprimen? Es normal que lleguen a un punto en el que son más dependientes, vulnerables y su sentido de vida no esté claro. Como ya los hijos y los nietos hacen una vida aparte, se llegan a sentir fuera de lugar o ignorados. Aunque no siempre es así, puede ser cuestión de percepción.
Antes de entrar más al tema, entendamos la depresión como un problema psicológico donde la persona siente profunda tristeza, desgano, poco interés en las actividades que antes disfrutaba, abatimiento y con muchos pensamientos negativos. También se presenta la falta de apetito y el aislamiento. Esto puede durar semanas, meses e incluso años; ser intermitente o solo por una ocasión.
Es importante reconocer que llegando a la vejez habrá pérdidas propias de la edad. Físicamente podemos ser más propensos a tener enfermedades, perder vitalidad e ir disminuyendo el buen funcionamiento de los órganos del cuerpo. Emocionalmente viene una incertidumbre acerca del futuro, lo que genera también ansiedad. Todo esto genera un duelo por aquella vida que no es la misma.
En los adultos mayores podemos encontrar las siguientes manifestaciones de la depresión:
- Tristeza
- Desesperanza
- Irritabilidad
- Preocupación constante
- Indiferencia ante las actividades favoritas
- Dormir en exceso o no poder dormir
- Comer en exceso o no comer bien
- Pensamientos suicidas
- Dolores de cabeza
- Falta de concentración
- Pérdida de memoria
- Problemas digestivos
Ahondando en las causas…
Hay factores que pueden desencadenar una depresión en el adulto mayor, incluso podrían ser uno o más de los siguientes:
Genéticosà hay personas que por la historia familiar nos podemos dar cuenta que están propensas a sufrir depresión. De igual forma, si alguien en su juventud tuvo episodios depresivos, es probable que más adelante surja nuevamente.
Químicosà el ser humano mantiene un equilibrio en la química del cerebro y una descompensación puede ser la causa orgánica de la depresión.
Duelos familiaresà también la pérdida de un ser querido, una separación o un factor estresante puede favorecer el desencadenamiento de la enfermedad.
Enfermedades crónicas o degenerativas à también puede ser vinculada con otras enfermedades como diabetes, hipertensión, lupus, cáncer, Parkinson, etc. Lo cual hace que los síntomas se manifiesten o empeoren. Es importante mencionar que algunos medicamentos de estas enfermedades causan como efecto secundario la depresión, por lo que es necesario hablarlo con el médico.
¿Cómo se trata la depresión en el adulto mayor?
De entrada es necesario que el médico descarte que sea un efecto secundario de algún tratamiento que lleve por alguna otra enfermedad. Si no es así, tendrá que derivarlo con un especialista de la salud mental (psicólogo, psiquiatra, tanatólogo, psicoterapeuta) para que lleve el proceso. Algunos médicos están capacitados para llevar la depresión en el adulto mayor como los geriatras.
Es importante mencionar que la psicoterapia ayuda en gran medida de la mano con algún otro tratamiento. No siempre son necesarios los antidepresivos. Deben ser, además, recetados únicamente por un psiquiatra. Ni un psicólogo o terapeuta está facultado para hacer ese trabajo y es sumamente delicado el uso de estos fármacos. Lo mejor es que se lleve a cabo antes una entrevista y algunos exámenes para llegar a ese tratamiento, pues como todo medicamento también tiene sus reacciones secundarias como descompostura estomacal, nauseas, nerviosismo, dificultad para dormir y agitación.
¿Cómo ayudar a un adulto mayor en depresión?
Nuestros adultos mayores merecen todo nuestro respeto y admiración. En la medida que los hagamos sentir que son valiosos ayudamos a disminuir el riesgo de depresión. Aquí te dejo algunas recomendaciones si quieres ayudar a esa persona especial.
- Sé paciente y tolerante con él/ella.
- Conversa con él/ella.
- Invítale a pasear.
- Deja que sea lo más independiente que pueda.
- Pídele ayuda. Hazlo sentir útil.
- Cuida que no quiera hacer demasiadas cosas porque puede frustrarse.
- Ayúdale a preservar sus amistades.
- Anímalo(a) a que acuda con un profesional de la salud mental.